Y cuál no sería mi sorpresa cuando, a punto de cumplir los dieciocho, también suscribía la postura que embiste con fuerza en las ciudades españolas.
Esta cuestión de los Indignados no había merecido muchos comentarios por mi parte; ha sido tan solo un hecho que he visto y analizado sin profundizar excesivamente en el mismo.
Sin embargo, la cosa cambia cuando es tu hij@ quién afronta el comentario y el análisis. Coincidimos enteramente en que la indignación es contra este sistema que no parece tener sentido, que permite tomar decisiones irracionales; un sistema que parece beneficiar solo a los más ricos mientras que perjudica seriamente a los más débiles; un sistema que gasta en cosas inútiles, incluidas algunas cuestiones que afectan al Senado y su estructura; sistema que falla también al mantener políticos y gestores corruptos, tener y mantener políticos autonómicos y locales a sueldos millonarios; un sistena capaz de permitir que miles de familias no puedan hacer frente a sus hipotecas; en definitiva, un sistema que abre la puerta a una lista de quejas mucho más larga.
De pronto, estos problemas, cuya solución tendría que venir de la mano de nuestros políticos, se nos presentan como generados por ellos. Esto es lo que hay que empezar a revisar, y, por aquí, tienen que pasar las grandes reformas.
Hasta aquí, muy bien las coincidencias con alguien joven, que se adentra en la andadura de la reflexiín política; pero, luego, a solas, viene la reflexión de quién hasta ahora ha pasado por el tema de puntillas.
Los Indignados, muy bien, como reivindicación y movimiento social; pero, ¿qué de los Indignados como instrumento de politización?; ¿por qué tantos indignados en España pero no se sabe nada de este movimiento en otros países donde también se ha sentido la crisis económica?; ¿no es acaso ese fundamento socioeconómico lo que ha dado lugar al fenómeno?.
Parece que es a nivel de economías concretas, (Grecia, Portugal, España...), donde han florecido los Indignados; sin embargo, ¿qué pasa en Suecia, Holanda, Noruega...? NADA, porque tienen economías fuertes.