Y con el buen tiempo llega el calor; con el calor llegan los pies hinchados; pero aun así, los tacones siguen en marcha; en versión sandalias; eso sí. Una buena pedicura, unas uñas torneadas y, si acaso, con una laca de tono veraniego ... y a seguir el ritmo de las calles de Totana.
Las calles con otro color, el de la gente, las aceras, con alguna silla, la del refresco, y las plazas, con el bullicio de los días largos, como corresponde a un junio que se nos echa encima y nos traerá una nueva corporación municipal y un rostro nuevo al frente de la alcaldía.
Vamos a ver cómo se presenta el inminente verano y que el otoño de unas arcas consumidas no augure un invierno prematuro.
Vamos a tener optimismo, a Totana le hace falta... y que las sandalias nos aguanten en pie sea cual sea la temperatura.
SI,Belèn ya llega el buen tiempo y con èl las golondrinas, pero a este pueblo lo que nos ha llegado a sido una invasiòn de gaviotas.Estas al contrario que las primeras creo que no auguran nada muy bueno...
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