Hay que ver cómo de un día para otro el curso de nuestras vidas cambia; el terremoto de Lorca nos ha cambiado a muchos.
Yo no me he atrevido todavía a acercarme por allí pero casi a diario alguien me comenta cosas nuevas sobre lo que allí todavía se está viviendo.
Hay incógnitas que todavía flotan en el aire y que son importantes: ¿cuándo llegarán las ayudas?, ¿qué va a pasar con los que aún quedan en los campamentos? , ¿cómo atender el aluvión de personas que han solicitado ayudas de alimentos?, ¿con qué ánimo despedimos a todos los inmigrantes que se plantean regresar a sus países porque han perdido trabajo y casa?...
Es cuestión de todos seguir el día a día de los lorquinos, no olvidar lo que nos une y hacer ese esfuerzo que contribuya a que la reconstrucción sea una realidad más pronta.
Esfuerzos, iniciativas, donativos, ánimos, TODO VALE.
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